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“Qué hermosos son los pies del mensajero que anuncia la paz” (Is 52, 7)


Primer encuentro internacional de animadores de ECOPAX



Del 19 al 21 de enero de este 2024, más de 40 promotores y promotoras que impulsan equipos de paz inspirados en los principios misioneros de San Daniel Comboni en México, Ecuador y Estados Unidos, se reunieron en la ciudad de Sahuayo Michoacán para compartir experiencias de acompañamiento de personas en contextos de violencia.

En este encuentro internacional, el hilo conductor de las diferentes iniciativas y experiencias, fue la vivencia de varios caminos a lado del ser humano herido, dolido y temeroso que solo ve la fuerza irracional como ley que hay que obedecer para sobrevivir.


Todas las experiencias compartidas llegaban al mismo punto:

cuando se percibe y se siente que la violencia está abriendo la puerta a la muerte en la persona, en la familia y en la sociedad, la suprema aspiración de todo ser humano, es la paz.
Cuando el dolor nubla la mirada del corazón y de la mente, el anhelo y deseo de comprender y sanar las heridas que abren las violencias personales, familiares, sociales y hasta religiosas, se vuelve vital, como el oxígeno que necesita el cuerpo para no asfixiarse y morir.


Todas las promotoras y promotores de ECOPAX reunidos, compartieron cómo las violencias desordenan la interioridad de la persona y hacen que su convivencia en todos los ámbitos de su vida (familiar, laboral, vecinal, social, religiosa…) comience a regirse por la fuerza olvidando la razón. Cómo la conciencia está aprisionada y encadenada por el dolor del corazón, por la oscuridad caótica que ensombrece la interioridad violentada de las personas. Y cómo ese corazón y ese espíritu necesitan transformar su dolor en servicio para que puedan sanar curando a otros que también están lastimados, dolidos y, por eso, le abren la puerta a las violencias en su convivencia cotidiana.



Quienes participaron en este encuentro, mostraron con ejemplos y testimonios de primera persona y de otras personas que acompañan, cómo el milagro de transformar el dolor en servicio, se va realizando en la medida en que los individuos se van reconstruyendo desde dentro a través de los diferentes procesos, iniciativas y espacios de escucha y acompañamiento personal y comunitario.

Cada experiencia compartida fue mostrando cómo el camino hacia la paz personal, familiar, laboral, social y religiosa se va haciendo desde las luces de la experiencia pastoral y profesional que proporcionan los diferentes Equipos Combonianos de Paz (ECOPAX) en los que participan agentes de pastoral parroquial, animadores y animadoras de movimientos eclesiales, personas expertas en sociología, sicología, tanatología, economía, política, trabajo social, legalidad, comunicación, pedagogía, medicina, justicia cívica, espiritualidad, terapia ocupacional, entre otros.



Así fuimos palpando cómo conjugando experiencia de vida, de pastoral, laboral y profesional, se van tejiendo iniciativas y procesos liberadores de las cadenas de las violencias que viven muchos de los que participan en los espacios abiertos por ECOPAX en los países donde se encuentran estos equipos y comunidades.

El compartir nos fue clarificando que cada contexto local tiene sus propios gritos y búsquedas, por eso, los animadores y animadoras con sus respectivos equipos, abren caminos adecuados a las personas y los lugares donde caminan con ellas hacia la paz. No todos pueden y deben hacer el mismo camino porque las situaciones, las circunstancias y las posibilidades son distintas.



La diversidad de contextos, circunstancias y posibilidades hace que en algunos lugares se puedan abrir Centros Culturales de Paz, en otros es más posible un Equipo Zonal de Paz, en otros lugares es posible que exista una Comunidad o Equipo Parroquial de Paz y, en otros, solo es posible un trabajo a título personal-individual a través de las redes sociales utilizando las nuevas tecnologías de información y comunicación.


El abanico de iniciativas y procesos que ECOPAX va abriendo es muy amplio porque está ligado a la experiencia, la profesión, la visión y creatividad de sus miembros y se van consolidando según las posibilidades que los contextos locales ofrecen a los equipos y comunidades de paz. Algunos procesos ya cuentan con un buen trayecto recorrido y otros apenas comienzan a dar sus primeros pasos en la misión de paz ahí donde ven la posibilidad de abrir caminos.



ECOPAX hasta ahora, en México está abriendo caminos en los estados de Hidalgo, Morelos, Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Guerrero, Veracruz, Estado de México y Ciudad de México; En Ecuador está abriendo caminos en Guayaquil, el Empalme y Santa Elena; mientras que en los Estados Unidos está iniciando en California. De las experiencias compartidas se vislumbran caminos diversos que van tomando forma y se van consolidando con la ruta clara hacia la pacificación de las personas y sus entornos.

El camino que se está abriendo en las comunidades rurales de la zona de Totolapan Morelos, contempla un Centro Cultural de Paz enfocado a la pacificación de la persona en familia. Un camino que va tejiendo una red de “familias de paz” en las que sus miembros se comprometen a convivir y afrontar sus conflictos de una manera pacífica. El testimonio de una convivencia familiar pacífica es parte de esta misión de paz en esta zona campesina. Construir la paz social pacificando a las familias es el objetivo principal de este camino que va tomando forma en esta región donde la violencia se alimenta desde el interior familiar.



En Ecatepec, Estado de México, se van consolidando equipos de agentes de pastoral parroquial que, desde dentro de sus movimientos eclesiales y de sus comunidades parroquiales, van insertando la conciencia de que la paz es misión de todo bautizado. El objetivo es ayudar a los agentes de pastoral a trascender los ámbitos propiamente religiosos y asumir una presencia pacificadora en las comunidades parroquiales y en la sociedad local donde viven y conviven.



En Nezahualcóyotl, también en el Estado de México, el equipo de ECOPAX conjuga vida política, profesional y pastoral para pacificar a las personas en el ámbito eclesial, vecinal, laboral y legal. La colaboración con estructuras y proyectos municipales como el Centro de Justicia Cívica, estructuras parroquiales y diocesanas como la Pastoral Social y la formación de agentes de pastoral en diversos ámbitos, convierte a este equipo en un cuerpo de mediación y de asesoría pastoral y profesional a quienes buscan caminos de paz en sus contextos eclesiales, laborales, políticos, vecinales y sociales.



El equipo que comienza abrir caminos en el Estado de Hidalgo está escuchando los gritos silenciosos de las personas de la tercera edad, víctimas de muchas violencias familiares, sociales y políticas. Una de ellas es la incapacidad de saber leer y escribir, realidad que los hace más vulnerables al maltrato y la exclusión de beneficios a los que pueden acceder. A esto se suma la realidad de servicios de los que quedan excluidos por no saber utilizar las nuevas tecnologías de información y comunicación. Por esta razón, el equipo de esta zona, está abriendo espacios de alfabetización normal y digital para que estas personas no sigan siendo violentadas en sus familias, en los espacios de iglesia y en la sociedad.



En la zona de Iztapalapa en la Ciudad de México, una de las zonas más violentas de la ciudad, nació un Equipo Familiar de Paz, su objetivo es consolidar un Centro Cultural de Paz enfocado a la pacificación vecinal en colaboración con las instituciones y programas municipales, así como también con otras organizaciones civiles y parroquiales. Mostrar cómo la familia puede ser sujeto de paz en un contexto de violencia urbana es el eje de su acción en esta zona.



En Xochimilco, también en la Ciudad de México, ECOPAX se concentra en la formación y capacitación de promotores de paz en ámbito eclesial y social. Promueve equipos parroquiales y escuelas parroquiales de paz, con la finalidad de impulsar las fuerzas eclesiales hacia la misión de pacificación social en sus territorios. El objetivo es mostrar cómo las parroquias pueden ser sujetos sociales de paz. A este camino se han sumado la Comunidad de Paz de la parroquia de Mixquic que ya cuenta con su Centro Cultural de Paz parroquial, el Equipo de Paz de la parroquia de Santa Cecilia que ya cuenta con su Escuela Parroquial de Paz y el Equipo de Paz de la parroquia de Milpa Alta, que comienza su camino en el ámbito de la catequesis parroquial.



En Sahuayo Michoacán, ECOPAX tiene el camino más avanzado, sobre todo con el Centro Cultural de Paz que ha ido ganando reconocimiento y autoridad en el acompañamiento pacificador de las personas que han sido afectadas por las violencias vividas. La colaboración de este centro con diversas instituciones del gobierno local, parroquias, organizaciones civiles e instituciones educativas, lo posiciona como un sujeto de pacificación social en esta ciudad. Por su parte, el Equipo de Paz que nació en la zona nueva de Flamingos, también en esta ciudad, enfoca su trabajo en la pacificación personal a través de las redes sociales creando comunidades virtuales y, al mismo tiempo, está abriendo caminos en instituciones educativas hacia una cultura de paz, enfocado sobre todo en niños, jóvenes y padres de familia.



ECOPAX Ecuador, tiene diversos equipos. Uno enfocado al conocimiento y acompañamiento, como ellos dicen, del “llanto del corazón de los maleantes”, de aquellas personas que, al parecer, solo aprendieron a hacer el mal y no hubo quien les enseñara a hacer el bien, su trabajo lo hacen en las cárceles y centros penitenciarios de jóvenes, adultos, hombres y mujeres. Otro equipo se enfoca a la pacificación social en sectores marginales desde el Centro Cultural de Paz en la zona conocida como “Bastión Popular” en colaboración con las parroquias del lugar. Otro equipo asumió como misión transformar a los jóvenes en una fuerza de paz en la Iglesia y en la sociedad impulsando grupos juveniles de paz en todos los ámbitos posibles. Y otro equipo asumió la misión de formar para la paz utilizando las nuevas tecnologías de información y comunicación a través de conversatorios virtuales.



En los Estados Unidos, ECOPAX ha iniciado con un equipo que se enfoca en la orientación para la transformación positiva de los conflictos. El medio que está utilizando es el de las redes sociales a través de podcasts en un canal de youtube. Mientras que en el estado de Guerrero se está gestando un equipo que busca impulsar la paz a través de la música; en Veracruz la diócesis de Orizaba busca estructurar equipos de paz parroquiales para que los bautizados se puedan convertir en misioneros de paz en sus comunidades. En Jalisco se comienza a estructurar un equipo de paz enfocado a la animación misionera por la paz en los movimientos eclesiales.



Al finalizar este encuentro internacional de ECOPAX (Equipos Combonianos de Paz), la conciencia de ser el Cuerpo de Cristo que da la paz al ser humano y lo transforma en fuente de paz social, se fortaleció. Esta conciencia se convirtió en la fuente de la alegría de todos los miembros de este camino abierto y sostenido por los principios misioneros de San Daniel Comboni y que, aunque había sido pensado para México, la realidad humana nos dice que el anhelo de paz está en todas partes, por eso, sin darnos cuenta, se ha vuelto un camino internacional que está abriendo brechas en esos lugares donde las violencias están ensombreciendo la convivencia humana.



Terminamos este encuentro convencidos de que el único cuerpo, la única mente y el único corazón que Dios tiene para trabajar por la paz es el nuestro y el de nuestros hermanos, por eso no podemos quedarnos mirando al cielo esperando un milagro, sino que es necesario y urgente ponernos a trabajar juntos para que la paz sea posible en nosotros y entre nosotros.

Nos vamos contentos de saber que nuestros pies son hermosos no porque están bien cuidados sino porque se cansan caminando por esos lugares donde se encuentran personas que buscan y desean la paz y, junto con ellas, buscamos cómo hacerla realidad.

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