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Todos estamos llamados por Dios a ser "políticos"
FRASE PARA ESCRIBIR EN UN LUGAR VISIBLE A TODOS:
“… tuve hambre y me dieron de comer…”
(Mt 25, 34-36)
OBJETIVOS DEL TEMA:
Comprender la política como empeño en la búsqueda del bien común.
Asumir una existencia política desde la fe cristiana.
ESCUCHEMOS UNA EXPERIENCIA:
Alejandro, Alfredo y Miguel son tres hermanos jóvenes que aún viven con sus padres. Alejandro llegó muy enojado porque no le dieron las medicinas a su mamá que estaba afiliada al Seguro Popular y, con el cambio de gobierno en el país, este seguro está en transición para llamarse de otra manera y, según le dijeron, por eso todo estaba detenido hasta nueva orden. Por eso llegó echando maldiciones al Presidente y su partido.
Alfredo, al escuchar los insultos que Alejandro lanzaba contra el gobierno, reaccionó defendiendo al Presidente señalando que el gobierno actual no puede hacer mucho porque los gobiernos anteriores de los otros partidos habían dejado el desastre en la salud. Miguel, al escuchar la discusión, se puso de parte de Alejandro, alegando que la salud de su madre estaba en juego por decisiones de los políticos en turno que no miran el mal que pueden hacer a muchos.
Alfredo, bajando un poco el tono, al considerar la situación de su mamá, comenzó a decir a sus hermanos que no debían criticar al gobierno porque les estaba dando, a los tres, la beca de estudiantes. Alejandro y Miguel, visiblemente enojados se retiraron a sus habitaciones para no seguir escuchando a su hermano.
La mamá al ver la discusión de sus hijos, los llamó y les pidió superar sus diferencias por el bien de todos y que, por el momento, podrían buscar juntos alguna organización de apoyo que los pudiera ayudar y orientar mientras se regulariza el servicio de salud.
CONTENIDO DEL TEMA
Quizá has escuchado esta frase: “vamos a buscar una solución política a la situación”. Esto generalmente lo escuchamos cuando diferentes personas o grupos están en conflicto y cada uno defiende su postura o sus propios intereses intentando inclinar la balanza hacia sí mismas para beneficiarse solo ellas.
Si dijéramos de otra manera la frase en cuestión, podríamos decirla así: “vamos a buscar una solución que nos beneficie a todos”, es decir, “una respuesta en la que todos salgamos ganando”. Esta frase nos explica, en la práctica, lo que es la política en esencia: la búsqueda del bien común.
Si una persona, organización o institución busca solo su propio bien o beneficio, entonces, con toda certeza podemos decir que NO ES POLÍTICA.
Los partidos no siempre son políticos
Otra frase que podemos escuchar en las conversaciones de la gente puede ser esta: “tomar partido”. Esta frase nos indica que alguien se inclina hacia una parte, que apoya a una persona, un grupo, un punto de vista, una postura, una manera de pensar o actuar y rechaza las demás o incluso se pone en contra, sin importar razones, juicios o el bien de quienes no están de su parte.
En este sentido, LOS PARTIDOS POLÍTICOS, no siempre realizan la verdadera política, porque, como sabemos y vemos en la práctica, parece que buscan más el beneficio de sus partidarios y de sus organizaciones. En este sentido, aquella persona que llamamos “política” porque forma parte de un partido y la conocemos como alguien que “se mete en la política” y “vive de la política”, podría no ser verdaderamente política, porque no siempre busca el bien de todos.
La casa y la sociedad: lugares donde se vive la política
La palabra política tiene su origen en el término griego “polis”, que hace referencia al que vive y participa en la organización y el orden de la ciudad. En este sentido, decíamos, una “persona política” es aquella que se siente parte de la sociedad, consciente de su derecho y deber de buscar y participar en el bien común. Es aquella persona que se siente ciudadana y responsable del bien de la sociedad en la que vive.
Continuando con la experiencia griega como base para entender la política, es bueno mencionar que la búsqueda del bien común se hacía en dos ámbitos o espacios de convivencia humana: la ciudad-sociedad (polis) y la casa-familia, que los griegos llamaban “oikós”, término del cual se deriva la palabra “economía”. Es decir, la experiencia política (búsqueda del bien común) pasaba por la búsqueda del bien de todos los ciudadanos y sus familias.
Dios quiere que busquemos el bien para todo el pueblo
Si miramos la experiencia política en la Biblia, nos encontraremos que Dios quiere el bien para todo el pueblo, particularmente de los más desprotegidos socialmente. Por eso, la justicia y la fraternidad social forma parte de la aspiración política de todo creyente, de hecho, desde la perspectiva de Jesús, el Reino de Dios implica la búsqueda de la Justicia para todo el pueblo sin exclusión de nadie.
Esta búsqueda del bien común comienza con el prójimo cuyo bien también es mi bien. Es decir, una persona política cristiana, asume la búsqueda del bien común teniendo como horizonte el amor a Dios, su único Rey, y al prójimo como a sí mismo. Entiende el bien común como el bien querido por Dios para todos sus hijos.
La persona cristiana, entonces, debe tener muy presente que su “religión”, le exige una existencia política ahí donde vive y convive, porque si no busca el bien para todos, particularmente de los menos favorecidos en la sociedad, compromete seriamente su salvación, porque su fe le dice que si no participa y no colabora para que todos tengan alimento, vivienda, educación, salud, vestido, trabajo… la salvación no llegará ni para ella ni para nadie (Mt 25, 31-46), porque las consecuencias tocarán a todos.
Ciertamente, una persona política y cristiana, va más allá de actitudes, mentalidades y acciones egoístas y partidistas. Acepta la realidad política que le toca vivir, así como Jesús que no rechaza el cuadro político de su tiempo y asume su responsabilidad como ciudadano pagando impuestos (Mt 24, 15-22), respetando las instituciones religiosas y civiles; pero al mismo tiempo, asume una actitud crítica ante quienes se dicen políticos, sus propuestas y proyectos, porque el cristiano obedece a Dios no al líder político en turno, aunque éste sea de su agrado o sintonice con su ideología o proyecto político.
El cristiano siempre estará atento para juzgar si las orientaciones de quienes ejercen las funciones públicas, son verdaderamente políticas (buscan el bien de todos) o si son puramente partidistas.
ENCUENTRO CON LA PALABRA DE DIOS
Nos ponemos de pie. Leer el siguiente texto bíblico:
“…Entonces el Rey dirá a los de Su derecha: “Vengan, benditos de Mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui extranjero, y me recibieron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; en la cárcel, y vinieron a Mí”. (Mt 25, 31- 46)
SILENCIO Y REFLEXIÓN
Reflexionemos en silencio para que la Palabra de Dios transforme nuestra vida.
CONFRONTAR NUESTRA REALIDAD PERSONAL CON LA PALABRA DE DIOS
Para compartir:
¿Qué te hace pensar el texto bíblico que hemos leído, a propósito de lo que hemos dicho en el tema?
¿Podríamos decir que Jesús nos pide ser políticos? ¿Por qué?
¿Podrías decir, según tu manera de pensar y de actuar que eres una persona política?
ORACIÓN COMUNITARIA
De manera espontánea expresar en voz alta la oración que Dios haga surgir de su corazón.
COMPROMISO
Mira con detenimiento la convivencia en tu familia, en tu grupo, en tu comunidad, barrio o colonia. Luego, según tus posibilidades, realiza una actividad “política”, es decir algo que beneficie a todos, que tenga presente el bien común.
ORACIÓN Y DESPEDIDA:
Un pueblo que camina por el mundo
Gritando: ¡ven señor!
Un pueblo que busca en esta vida
La gran liberación
Los pobres siempre esperan el amanecer
De un día más justo y sin opresión
Los pobres hemos puesto la esperanza en ti
Libertador
Salvaste nuestra vida de la esclavitud
Esclavos de la ley sirviendo en el temor
Nosotros hemos puesto la esperanza en ti
Dios del amor
El mundo por la guerra sangra sin razón
Familias destrozadas buscan un hogar
El mundo tiene puesto su esperanza en ti
Dios de la paz
(Canto popular)
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