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La violencia y la muerte se mueven con el vigor juvenil
A principios de este año 2022, la Red-ECOPAX, (Red de Equipos y Comunidades de Paz) que promueve la Asociación Civil ECOPAX A. C. México, abrió CONVERSATORIOS VIRTUALES para intercambiar puntos de vista y experiencias sobre la paz en los lugares donde viven y conviven los promotores y promotoras de esta red. En estos conversatorios participan personas de los Estados de Michoacán, Guanajuato, Oaxaca, Guerrero, Chihuahua, Baja California, Estado de México, Veracruz y Ciudad de México.
El hecho de que los participantes se encuentren en diferentes estados del país, nos permite tener una pequeña muestra de lo que puede ser la realidad nacional en lo que se refiere a la violencia y sus consecuencias en las personas, sus familias, sus comunidades, sus regiones... Las conversaciones, los testimonios y experiencias que se cuentan, aún siendo en lugares muy distintos y lejanos, nos llevan a un mismo punto: NUESTRO PAÍS ESTÁ VIVIENDO UN TIEMPO OSCURO porque la ola de violencia y crimen está llegando a casi todos los rincones de México. De hecho, se habla de regiones, pueblos y ciudades que están sitiadas por bandas criminales, de zonas extensas que abarcan varios estados de la República reconocidos como territorios dominados por alguna organización criminal.
Desconfianza, miedo, ansiedad, estrés, migración de familias enteras buscando lugares seguros donde puedan conservar la vida, pueblos abandonados, negocios cerrados, campos sin cultivar… son consecuencias visibles del avance de la violencia en las regiones donde viven los participantes en estos conversatorios. La opinión de ellos y ellas es que la mancha de la violencia se va extendiendo en todo el territorio nacional. Que lo que viven en sus localidades es una muestra de lo que sucede o podría suceder en el país.
Si a esto sumamos otras violencias como aquellas que se dan contra los niños, las mujeres, los campesinos, las diversas minorías sociales,… no hace falta mucha imaginación para darnos cuenta que se está forjando un nuevo ser humano que, cada vez más, piensa que solo utilizando la violencia y matando al otro, puede vivir en paz y mejor. Ante esta constatación, nos preguntamos ¿Cómo acompañar a este nuevo tipo de ser humano? ¿Cómo hacer para que su conciencia no asimile la violencia como valor y por lo mismo no la “normalice”? ¿Cómo hacer para que no se vuelva un homicida? ¿Cómo hacer para que no se vuelva victimario de sus semejantes?
En estos círculos de reflexión, se ha considerado importante detenernos a mirar la relación del joven y la muerte, sobre todo porque la violencia está tomando, cada vez más, un rostro juvenil en los lugares donde viven los participantes en estos conversatorios. Las experiencias que comparten, señalan el alto índice de participación juvenil en la generación de violencia y muerte ya que, quienes son víctimas y victimarios en los sectores donde viven, según sus testimonios, son personas que no superan los 30 años de edad.
Según esta pequeña muestra que sale de las conversaciones virtuales que tenemos, “la violencia y la muerte en México, tienen el vigor y el dinamismo juvenil” porque, en su mayoría, los sujetos y las víctimas son jóvenes. ¿Cómo quitarle este vigor juvenil a la violencia? ¿Qué podemos hacer en los lugares donde vivimos y convivimos? ¿Cómo colaborar con la pastoral juvenil de las iglesias? ¿Cómo colaborar en procesos civiles para que los jóvenes no sigan alimentando y dinamizando la violencia y la muerte ahí donde se encuentran? Sin duda, son interrogantes que desafían nuestra creatividad y compromiso cotidiano.
¿Quieres participar en estos conversatorios? Solicita informes aquí:
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