Si quieres ser un verdadero líder debes tener en cuenta lo siguiente:
LA VIDA NOS EXIGE RESPUESTAS
En nuestra vida diaria enfrentamos situaciones que ponen a prueba nuestra personalidad. Estas situaciones o circunstancias nos obligan a responder.
Cada uno de nosotros elabora las respuestas desde lo que considera importante (valores), desde el nivel de inteligencia que utilizamos, esto define la forma en la que respondemos.
Ahora bien, la forma, la inteligencia y los valores que involucramos en la resolución de las cuestiones que nos plantea la vida, es lo que nos hace personas insignificantes o con liderazgo en el lugar donde nos encontramos.
TODOS QUEREMOS SER LÍDERES
En el fondo, todos queremos ser líderes. Basta escuchar nuestras conversaciones en los espacios informales que tenemos: la conversación con un amigo, en un grupo de conocidos, los juicios que hacemos de los demás… “siempre resultamos ser los mejores o los necesarios” para que las cosas vayan bien. “Los demás siempre están equivocados” y “nosotros corregimos sus errores”. Esta constatación es simplemente la visualización de la aspiración más profunda de todo ser humano: SER MÁS, siempre MÁS.
¿Se nace siendo líder? No, ciertamente no. Se nace con la aspiración a ser mejor, eso sí. Es propio de la naturaleza humana. El líder se forma, se capacita. Es decir, SE APRENDE A SER LÍDER.
TU FORMA DE PENSAR Y DE ACTUAR TE DEFINEN COMO LÍDER
El liderazgo sirve para cambiar el espacio que nos rodea. La forma de pensar y de actuar de una persona líder son los dos pies con los que camina su liderazgo. En general es una acción positiva que se deriva de una manera positiva de pensar. De hecho, una persona con liderazgo ve los errores o equivocaciones como OPORTUNIDADES para crecer personalmente, el pasado no afecta negativamente su presente.
El optimismo, la perseverancia, saber sobreponerse al miedo, el buen humor, son algunos aspectos que brotan espontáneamente en su personalidad.
Difícilmente escucharás a una persona líder hablar de fracasos, siempre hablará de oportunidades que no todos ven, por eso se arriesga y crece. Por eso es diferente, no se confunde con la masa, no se pierde en las multitudes.
CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DEL LIDERAZGO:
Una persona que es verdaderamente un líder influye positivamente en los demás,
Inspira valores, logra crear visiones compartidas por muchos, crea un sentido comunitario. Su actitud es PRO-ACTIVA nunca será RE-ACTIVO.
Por eso se caracteriza por lo siguiente:
Ser FACILITADOR.
Esta primera característica hace ver al líder como una persona que busca soluciones, no complica las cosas.
No desperdicia el tiempo en críticas destructivas ni busca culpables.
Busca simplificar las cosas.
Sabe dialogar y delegar: ESCUCHA y fomenta la CO-LABORACIÓN.
La humildad y la flexibilidad brillan en su personalidad. Nunca asumirá el papel de un jefe dominante.
El respeto a su persona es consecuencia de su capacidad de aprender de los demás y de compartir sin egoísmo lo que sabe. Aunque todos saben que no es perfecto, inspira a muchos con su vida y su acción.
Ser CREADOR DE BUENAS RELACIONES.
Una persona con liderazgo invierte la mayor parte de su tiempo en crear y mejorar las relaciones entre los demás. La razón es muy sencilla:
Es consciente que se pueden lograr los objetivos o metas solamente con buenas relaciones. Solo de este modo se pueden establecer redes de participación y un buen trabajo en equipo.
Por esta razón, un buen líder, no es indispensable porque acepta trabajar con otras personas, incluso más preparadas que él. Sabe potenciar el trabajo con la integración de más personas en el trabajo, por eso da importancia a la formación de equipos armonizando buenas relaciones y eficiencia.
Ser ANIMADOR.
Un buen líder es el último que pierde la esperanza, o más bien, NUNCA PIERDE LA ESPERANZA. Su optimismo no le permite desanimarse, por eso, literalmente es UN ANIMADOR y motivador permanente de los demás.
Es un SEMBRADOR DE ESPERANZA porque supera sus momentos negativos, su vida personal se convierte en TESTIMONIO para quienes lo miran, por eso logra despertar el entusiasmo.
Esto lo hace una persona que irradia confianza y devuelve la capacidad de soñar y trabajar por un mejor futuro a muchos que ya se habían resignado a su situación personal o colectiva.
Ser UNA PERSONA QUE COMPROMETE.
Una persona líder es capaz de poner en movimiento a muchos con hechos concretos y con su entrega total a una causa. La gente lo sigue por lo que hace, es decir, por ser el primero en trabajar con convicción y constancia.
Lo aman más por lo que hace que por lo que dice.
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