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¿Soy un "cimarrón"?

  • Foto del escritor: Joel Cruz Reyes
    Joel Cruz Reyes
  • 4 abr
  • 3 Min. de lectura

Un ser humano que se libera para liberar a otros


La mayoría de la gente cuando piensa en la historia de los afrodescendientes en el continente americano y en México, su imaginación dibuja a un ser humano esclavizado y sometido. Muy pocos imaginan a un ser humano que lucha heroicamente contra la esclavitud. Como que esa imagen del africano en América, fue escondida y resaltaron su imagen como esclavo, tal vez para matar todo deseo de libertad y dignidad humana en sus descendientes.


Al negro que no solamente se resistía a ser esclavo, sino que también luchaba para que quienes eran esclavos fueran libres, se le llamaba "CIMARRÓN". Este término se utilizaba para referirse al animal doméstico que escapaba y se perdía en la montaña o la selva. Por eso al esclavo que se atrevía a buscar formas para liberarse y liberar a otros para escapar y refugiarse en las montañas o la selva, se le dio este nombre.



Los "CIMARRONES" se organizaban en las montañas o en el interior de la selva donde tenían sus refugios, para luego volver a liberar a más esclavos. Por eso eran un gran problema para los esclavistas porque les ocasionaban muchas pérdidas económicas y en fuerza laboral. El cimarrón era aquél que, sabiendo los riesgos que implicaba desafiar al sistema esclavista y que no solo podían ser duramente torturados sino matados para que los demás esclavos no se atrevieran a seguir su ejemplo, no se doblegaban ante los esclavistas.


Los refugios que construían los llamaban "PALENQUES" que eran como cercas muy altas hechas de palos, por eso les llamaban así. Eran como "MURALLAS" de palos que protegían a sus pequeños poblados escondidos en las montañas o en la selva. En esos lugares llegaban los que se liberaban de la esclavitud con sus heridas, resentimientos, coraje, miedos... pero también con su memoria que guardaba todo aquello que se trajo de África: espíritu, valores, creencias, los nombres que le daban a Dios en sus tierras originales. Y así, los PALENQUES se volvieron los lugares del RENACIMIENTO, de la "REGENERACIÓN" desde el dolor y desde la memoria que seguía conectada con África.



En esos espacios de libertad, la memoria volvió a reconstruir los tambores, a evocar el espíritu de Dios forjado en África, las danzas y los cantos volvieron a vivir. Era como la resurrección de Jesucristo negro después de todos los padecimientos y situaciones de muerte que experimentó en la cruz de la esclavitud. Así nació esa resistencia comunitaria, organizada para custodiar la libertad y para liberar a quienes aún estaban bajo el yugo esclavista.



Para mantenerse libres y convertirse en una fuerza social liberadora, fueron generando una organización y una mentalidad comunitaria, es decir, un estilo de vida basada y sostenida por un PROYECTO COMÚN enfocado a liberar, defender la libertad y mostrar una convivencia social democrática y no imperial, una sociedad fraterna y no esclavista. Esta fue una de las razones principales por la que los colonialistas buscaba destruir esos espacios de resistencia y lucha comunitaria contra la esclavitud, porque podrían ser fermento de una visión diferente de convivencia social.



Los palenques eran lugares donde renacía, crecía y se fortalecía la DIGNIDAD HUMANA que era negada, disminuida y destrozada por la sociedad colonialista y esclavista. La fuerza de resistencia y de liberación era imposible de doblegar, por eso, los poderes coloniales se vieron obligados, en muchos casos, a negociar y ceder a las exigencias de libertad y dignidad de quienes no se sometían a la esclavitud. Así fue como nacieron los primeros territorios libres en el continente donde podían desarrollar su propia cultura, economía y religión.


Los palenques eran espacios que los CIMARRONES creaban para acoger a esclavos negros que huían de sus amos, también a indígenas que escapaban de la opresión colonialista y a algunos blancos perseguidos porque no comulgaban con el imperio colonialista y esclavista. El eje de la apertura y convivencia no era racial sino de condición humana en riesgo de perder la libertad y la vida. En este sentido, quien era CIMARRÓN se convertía en una presencia liberadora de la esclavitud y salvadora de la muerte.



Los PALENQUES, en este sentido, podríamos decir que eran UN PROYECTO DE LIBERACIÓN, HUMANIZACIÓN Y DIGNIFICACIÓN de aquellos que habían sido despojados de todo ello por el colonialismo civil y religioso. Los CIMARRONES y sus PALENQUES quizá, fueron la inspiración de las luchas de independencia de los países en América.

 
 
 

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