Retiro de "apóstoles de paz"
Los días 5 y 6 de noviembre del presente 2022 se realizó el retiro de fin del Diplomado en Mediación de Conflictos en las instalaciones del Noviciado Continental Comboniano ubicado en Xochimilco, CDMX, impartido por la asociación civil ECOPAX A. C. - MÉXICO (Equipos Combonianos de Paz).
Participaron de manera presencial 17 promotoras y promotores de paz provenientes del estado de Morelos, Michoacán, Estado de México y Ciudad de México. De manera virtual, a través de la plataforma VIDEOCONFERENCIA TELMEX, participaron tres promotores del estado de Hidalgo, Guanajuato y Michoacán respectivamente, 11 promotores y promotoras de ECOPAX - ECUADOR y una promotora de ECOPAX en los Estados Unidos. En total fueron 31 participantes en este retiro de final de curso.
Después de más de dos años de capacitación se llegó a este momento para presentar a Dios el camino recorrido, el crecimiento humano y espiritual que cada una de ellas y ellos han tenido, así como las iniciativas y proyectos que han ido naciendo en este proceso de entrenamiento para llegar a ser personas MEDIADORAS DE CONFLICTOS.
Ha sido un camino de crecimiento, acompañamiento y enriquecimiento mutuo en el que, además de la capacitación y entrenamiento, se fortaleció la conciencia de haber sido llamados por Dios y ser enviados por Él a promover y sembrar la paz donde más se necesita. En este proceso se fue tejiendo y fortaleciendo una red de personas que, poco a poco, se fueron sintiendo MISIONERAS DE PAZ.
Todas las noches de lunes a Jueves, desde nuestro compartir de preocupaciones, desafíos, iniciativas y proyectos que sentíamos que eran sugerencias del Espíritu de Dios, fue tomando forma lo que ahora llamamos Red-ECOPAX a través de la cual nos vamos acompañando, animando y capacitando para seguir impulsando obras que siembran la paz en los lugares donde vivimos y convivimos.
Nos retiramos, nos apartamos un poco de nuestras actividades, dejamos a nuestros equipos de apoyo en esos lugares donde impulsamos nuestras iniciativas y proyectos, para venir a estar un tiempo con Jesús, nuestro Maestro, el Príncipe de la Paz, y contarle todo lo que estamos haciendo para sembrar paz, porque es su obra y, por eso, Él debe saber cómo está andando su proyecto en los lugares desde donde venimos.
En este retiro revivimos ese momento que nos describe el evangelio de San Marcos (6, 30-31), cuando los apóstoles se reunieron con Jesús y le informaron sobre todo lo que habían hecho. Recordamos y obedecimos esa recomendación del Maestro de "retirarnos a descansar un poco", porque acompañar a la gente en sus adversidades y sus búsquedas de paz, es muy cansado. El hecho de estar con el Señor y descansar con Él, recarga nuestras pilas para continuar con este apostolado de la paz, cada vez más necesario y urgente en nuestros contextos.
Sabemos que la paz es el anhelo más profundo de todo ser humano, sobre todo cuando vive en entornos donde la violencia parece adueñarse de personas y territorios donde vive y convive. Sentimos que, hacer posible que este anhelo se vaya realizando poco a poco, es el encargo que Dios nos ha dado y Jesús es el Maestro que nos muestra el camino y los pasos a seguir en esta misión desde nuestras posibilidades personales, familiares y comunitarias. Por eso hicimos un alto en nuestras actividades para venir a encontrarnos con Él.
Siguiendo los pasos, recomendaciones y testimonio de nuestro Maestro Jesús, somos personas que DAMOS NUESTRA PAZ (Jn 14) a la personas que acompañamos. Porque no es lo mismo "trabajar por la paz" que ser "personas de paz y en paz". No buscamos la paz como la busca el mundo que pone más atención a las "actividades" y "manifestaciones" por la paz, porque ese camino tiene los pies cortos, el cansancio lo agota e incluso nos permite seguir siendo violentos aún participando en dichas acciones.
Creemos que DAR NUESTRA PAZ y no "actividades" por la paz, implica reconstruirnos desde dentro, junto con las personas con las que vamos caminando, porque si poco a poco vamos pacificando nuestro corazón, nuestro espíritu y nuestra mente, las personas que acompañamos también irán pacificándose junto con nosotros. De esta manera, nosotros apuntamos a La Paz que no es la del mundo, sino a nuestra Paz que es Jesucristo (Ef 2, 14) y a esta Paz Mayor queremos conducir a las personas para que las violencias no tengan el poder para manejarlas y convertirlas en presencias de destrucción y de muerte.
Creer que la Paz de Dios (Jesucristo) tiene el poder de transformar a toda persona en fuente de mucho bien desde sus adversidades y que puede hacerla caminar sobre el mar de dificultades y no hundirse en sus miedos, sus angustias y temores, nos hace también capaces de abrir caminos y procesos por donde mucha gente puede caminar hacia esta Paz que, en concreto, es llegar a establecer buenas relaciones consigo mismos, con los demás, con el entorno y con Dios.
En estos años de formación, capacitación y entrenamiento como personas Mediadoras de Conflictos, fueron naciendo espacios físicos y virtuales donde comenzamos a "cultivar" las mentes, espíritus y corazones de otras personas en un modo pacífico de existir. Por eso, surgió el Centro Cultural de Paz de Sahuayo Michoacán abierto por Verónica Granados y junto con su equipo de promotoras y promotores están acompañando, con diversas iniciativas, a muchas personas que buscan la paz en un contexto donde parece que la violencia es más fuerte que el Evangelio.
Nació también el Centro Cultural de Paz de Nezahualcóyotl, en el Estado de México, impulsado por Martha y Lucha que, junto con su equipo de promotoras acompañan de manera virtual y presencial a personas que buscan pacificar sus personas y sus entornos, y colaboran en iniciativas de mediación de conflictos parroquiales y del municipio.
Nació también el Equipo de Paz de Ecatepec, Estado de México, integrado por Maru, Silvia y Lesly, que acompañan grupos y comunidades en sus parroquias y su movimiento laical de Escuelas de Pastoral, complementando la formación de esos grupos y comunidades de pastoral.
Nació también el proceso de formación de familias y comunidades de paz en la parroquia de Totolapan en el estado de Morelos, impulsado por Lulú en las comunidades rurales y alejadas de la parroquia. El proceso formativo de agentes de pastoral abierto por Josué a través de las redes sociales desde el ministerio de comunicación de su parroquia en el estado de Hidalgo. El equipo de elaboración de programas y textos de apoyo para el acompañamiento de los promotores y promotoras de paz a nivel nacional integrado por Pol, Ángeles y Alberto.
Nació también la iniciativa de concientización ecológica urbana por parte de Armando, y el proceso formativo para la paz que Mercedes introduce en los contenidos de la catequesis para niños y padres de familia de su parroquia en San Francisco del Rincón, Guanajuato, así como la iniciativa de integrar un equipo de paz por parte de Eduardo en Xochimilco, Ciudad de México.
En Ecuador John inició la Comunidad Virtual ECOPAX-ECUADOR, desde donde se acompañan procesos de paz en la Pastoral Carcelaria en la Arquidiócesis de Guayaquil; el Centro Cultural de Paz parroquial que coordina Carlos Zamora en su parroquia enfocado particularmente a los jóvenes y los padres de familia; el Centro Cultural de Paz abierto por Jéssica en la parroquia comboniana abierta en los suburbios de Guayaquil; El Centro Cultural de Paz en la Península de Santa Elena enfocado al acompañamiento de procesos sociales coordinado por Christian Zurita.
Acompaña también procesos de transformación de conflictos familiares impulsados por Brigitte y Patricia Montenegro; espacios de escucha vecinal por parte de Piedad; el acompañamiento de situaciones sociales de emergencia que llevan Conchita y Orfilia y otras tantas iniciativas que los miembros de ECOPAX-ECUADOR están animando y no alcanzo a enumerar...
En los Estados Unidos nació el proceso de acompañamiento personalizado de personas en conflicto impulsado por Ángeles Granados quien, abrió este espacio de acompañamiento en su ambiente laboral de hospital, ayudando a sanar el corazón y el espíritu de los enfermos y sus familiares.
Muchas iniciativas, procesos y proyectos se han ido generando o fortaleciendo en este proceso de capacitación en Mediación de Conflictos en los que están participando 31 promotoras y promotores de paz, algunos de ellos y ellas ahora, que han terminado el proceso de formación, están capacitados y capacitadas para ayudar a las personas a transformar sus conflictos en fuente de bien y no se conviertan en fuente de violencias.
Este encuentro con Jesús, el contarle y contarnos los que estamos haciendo por la paz nos hizo creer, de verdad, que quien cree en Jesús y en la paz que Él nos da y nos envía a comunicar a los demás, hace cosas grandes por los necesitados y, cuando lo contemplamos desde afuera, descansando con el Señor, no podemos creer que todo ese camino hayamos recorrido y que esos caminos, obras y proyectos estén en marcha aún con nuestros límites, solo porque creemos firmemente que no estamos solas y solos en esta misión de pacificar al ser humano, sino que Él, el Maestro y Señor Jesús, camina con nosotros, está con nosotros, y ha prometido que no nos dejará solos o solas. Él es nuestra Paz y, esta Paz es la que compartimos con quienes caminamos ahí donde vivimos y convivimos.
Las semillas ya han sido lanzadas 🙏