Hacia una Cultura de Convivencia Pacífica

Abriendo caminos para la paz en ámbito educativo

Por Lucía Elena Rivera Ortiz (Socióloga) miembro de ECOPAX-cdmx

Mirando la realidad de la violencia en sus diversas manifestaciones e intensidad dentro y fuera de los conglomerados humanos en nuestro México. Consideramos una prioridad abrir caminos para la paz desde el ámbito educativo -en este caso particular- con los estudiantes del nivel preparatoria, trabajar en ello, con la finalidad de sensibilizar acerca de la relevancia de aprender a construir buenas relaciones en primer lugar con nosotros mismos; con los pares, con los miembros de nuestra familia, con la naturaleza, etc., desde una perspectiva integradora de un humanismo sustentado en valores universales como son: Amor, Verdad, Justicia, Libertad y la Paz, vinculado con categorías de la sociología comprensiva y aportaciones teóricas de las Ciencias Sociales.

Abrir la mente a la verdad que trasciende tiempo y espacio, es una expresión de lo humano integrada por cuerpo, mente y espíritu para desplegarla en su totalidad. Poner el corazón en las cosas que se hacen cada día, las actividades escolares, familiares, sociales. Entusiasmarse con la firme creencia de ser alguien valioso (a) que contribuye con sus actitudes a un bien social es en sí una expresión concreta de un sentido de vida en un espacio y entorno específico.

La propuesta tiene como punto de partida la siguiente pregunta:

¿es posible abrir espacios escolares para aprender y fomentar las buenas relaciones que promuevan ambientes de cordialidad, cooperación y esperanza operativa en los estudiantes para generar en ellos la experiencia de ser protagonistas y agentes de cambio en la sociedad?

El objetivo consiste en hacer partícipes a los estudiantes en un reto-proyecto que les aporte experiencia y satisfacción al descubrir parte de su persona, así como la práctica de metodología cualitativa y cuantitativa de una realidad entrecruzada por diferentes disciplinas tales como la psicología, la medicina, el derecho, la sociología, la historia, literatura, el teatro, etcétera.

Abrir el horizonte del conocimiento integrando las realidades del mundo no material, en este caso, hacer énfasis en el mundo interior personal, cuyas características son el dinamismo y la variabilidad. Aceptar que existe el alma humana de la cual no dan cuenta las ciencias y que sin embargo mueve, da sentido y orienta acciones individuales y colectivas.

El ámbito educativo requiere de estrategias que vayan de la mano con la organización de eventos relacionados con fechas significativas en el calendario civil y religioso, organización de exposiciones, de charlas, visita a museos, ferias del libro, toma de fotografías, lectura de poesía en voz alta, labor social...

En este fin de año, por ejemplo, se utilizó el teatro guiñol donde, aprovechando el tiempo de Navidad, los estudiantes representaron en forma divertida escenas de cuatro cuentos navideños cuyos guiones fueron escritos por algunos alumnos mientras que otros se ocuparon de elaborar la escenografía y los títeres, de este modo, los jóvenes fueron descubriendo la belleza de la colaboración, de la creación juntos de espacios divertidos donde la violencia no tenía cabida y, al mismo tiempo, se convirtieron en promotores de espacios de convivencia pacífica abiertos a todos los estudiantes y docentes.

Se aprovecharon acontecimientos como el Dia Mundial de los Animales, el ejercicio que llamamos "proyectando objetivos en el tiempo" y el evento que llamamos "Un nuevo comienzo: La Navidad". Esto permitió encontrar sentido y significado a símbolos como La Corona de Adviento, los pendones navideños, la estrella de Belén, la elaboración de tarjetas navideñas... que fueron presentados por los mismos estudiantes y favoreció la comprensión religiosa pero también sociológica de la esperanza, del misterio y de la luz de una guía en la vida que ayuda a vivir la novedad y la trascendencia. Todos estos aspectos reflexionados, comprendidos y aterrizados en una convivencia pacífica, fueron compartidos con la comunidad estudiantil, profesorado y personal de intendencia.

Nuestro evento logró el objetivo planteado: compartir con la comunidad del plantel un mensaje de navidad (integrando el discurso y el trabajo manual) desde el ingenio, la creatividad y entusiasmo de los alumnos de sexto grado de las asignaturas de IECS y Sociología, como un ejercicio de cohesión social que aporta a una cultura de convivencia pacífica entre las personas.

Después de esta primera experiencia, nos preguntamos ¿Cómo generar en la escuela espacios para actividades que contribuyan a formarnos en una cultura de convivencia pacífica? Ciertamente esto implica dar voz a los estudiantes para la expresión, aprender a escuchar, aprender a mirar, provocar, retar con gracia...

Espacios donde el estudiante elabore su propio discurso, porque ahí nace una nueva manera de concatenar el pensamiento. Se busca…se trabaja para aproximarnos a una mirada integral de la realidad que nos envuelve a todos en su simplicidad y complejidad de sus variadas expresiones.

Nuestro compromiso ahora, como ECOPAX y el plantel 4 de la ENP es continuar generando espacios en la comunidad estudiantil para sensibilizar, iniciar procesos para redescubrirse como buena noticia (Evangelio) para sí mismos y perder el miedo de compartir lo que son. Las palabras clave en este proceso de apertura de caminos de convivencia pacífica son: sueño, ilusiones, deseos, regalos inmateriales... El detonante del proceso será sembrar la necesidad de belleza en la vida personal y en la de los demás. Esto implica comenzar a responder personalmente a las preguntas ¿Qué es la belleza? ¿Necesitamos aprender a hacer el bien? En el camino iremos construyendo las respuestas.